miércoles, 25 de agosto de 2010

Sobre la perspectiva


A raíz del “escándalo Calamaro” que sacude esta semana Twitter, originado por el cierre de su perfil en dicha red y posterior vertido de insultos y descalificaciones hacia los twitteros a través de su blog (“aborregados”, “culoblandos”,”subnormales” y ”boludos”), me surge curiosidad acerca de cómo puede ver la gente desde fuera todo este fenómeno.

Partiendo de que desapruebo completamente la actitud, pues si no te gusta una cosa la dejas pero sin insultar a nadie, a mí también hay poses y conductas dentro de Twitter que me sorprenden bastante. Creo que siempre es un ejercicio interesante el dar un paso atrás para contemplar algo en lo que estás metido y participando desde otra óptica, quizá con mayor perspectiva.

Una de las cosas que más me llama la atención es el confundir el medio con el fin, algo muy común en este microuniverso. Hay gente que se define como “apasionada de los social media” y a mí me suena igual de raro que si dijesen “soy un apasionado del teléfono” o “me fascina la Termomix”. Las redes no son más que soportes para alcanzar algún fin -comunicarse, vender, culturizarse, divertirse-, pero no son un fin en si mismas. Me puede gustar Twitter porque he encontrado a gente muy maja, y en ocasiones necesaria y maravillosa, con la que conversar y compartir ideas; siempre lo que me importa realmente son las personas, y de hecho cuando profundizo en una relación la tendencia es abandonar la red de microblogging en pos de plataformas con más capacidad para la interacción (no limitadas por los 140 caracteres dichosos), y en última instancia, el encuentro en persona.

Otro tema que me cansa un poco es la sabiduría que todo el mundo parece tener sobre el tema tecnológico, supongo que ligada con la pasión por los medios sociales de la que hablaba en el párrafo precedente. Entiendo que detrás del mundo utópico que a veces representa Twitter, en donde todo el mundo es cariñoso, atento y amable (a diferencia de la vida real), se esconde un mercado emergente, el de los servicios y productos relacionados con lo 2.0, en el que todos los actores quieren tomar posiciones y venderse, algo por otro lado muy lícito si nadie se lleva a engaño y confunde las intenciones de sus interlocutores.

Justo cuando estaba escribiendo esto me entra un DM ilustrando lo que decía:  “Hi There! Interactive, reverse marketing is my niche! Social media is what I master! Let me be of service to you.” Procede de una moza, con pinta de mujer fatal en la foto, que vive en Phoenix, Arizona, y a la que sus progenitores pusieron el bonito nombre de Kelly. Pues nada, Kelly, encantado.

Es un ecosistema distinto y comprendo la sorpresa de alguien no familiarizado con el entorno cuando entra en esta Torre de Babel y se ve bombardeado/a por enlaces, citas más o menos ingeniosas o trozos de conversaciones que no comprende. No sé si será el caso de Calamaro o si su enfado con Twitter tiene una causa específica. En cualquier caso es verdad, y si realmente le importa su público, que ha desperdiciado un medio idóneo para relacionarse masiva pero individualmente con los "culoblandos" (sic) de sus fans on line.

lunes, 9 de agosto de 2010

De los trabajos y los días del Community Management

Soneto al itálico modo

Me pedís detallada explicación
acerca del oficio y de las artes
del Community Manager baluartes:
intentaré daros satisfacción.

Nace dicha novedosa figura
como abanderada de su partido,
embajador, vocero convencido,
que las demandas trata con premura.

Sus trabajos se orientan con astucia
a plantar su estandarte y sus colores,
siempre de frente, sin trampa ni argucia,

en las ágoras de los trovadores,
empuñando como su arma la técnica
aplicada a unos sólidos valores.


 
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