domingo, 29 de abril de 2012

La industrialización al alcance de la mano

La globalización en su fase más reciente trajo consigo la deslocalización de las cadenas de producción de las grandes empresas, cuyos eslabones a menudo recaen en países poco desarrollados en donde el coste de la mano de obra es muy barato y los gobiernos son proclives a ofrecer prebendas a la inversión productiva foránea. De alguna forma, esta tendencia actual del capitalismo ha puesto la industrialización al alcance de la mano de naciones que previamente no disponían de una capacidad productiva manufacturera.

La primera fase de la globalización supuso la separación geográfica entre la producción y los consumidores. En los inicios de la revolución industrial el elevado coste del transporte hacía impensable para las empresas el vender más allá de los mercados, locales, regionales y nacionales.

Todo esto cambió con el desarrollo y el abaratamiento de los medios de transporte y la posibilidad de colocar la producción industrial en el extranjero, aumentando la capacidad productiva de las empresas (por la necesidad de abastecer a una demanda mucho mayor), generándose economías de escala, y en consecuencia, abaratando los costes unitarios de los productos.

A partir de la década de los ochenta se inicia una nueva etapa de la globalización en la que, al abaratamiento progresivo del transporte, se le suma el despliegue corporativo de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Este factor permitió a las compañías gestionar sus cadenas de producción “a distancia”, independientemente de dónde estuvieran radicadas las unidades de producción. Y surgió la fragmentación geográfica de las cadenas de valor de las empresas multinacionales, que buscaban producir en regiones donde los costes laborales eran significativamente más bajos que en los países de origen, generando de esta manera un factor de competitividad que ha marcado la lucha por los mercados globales en las últimas décadas.

Se produce entonces una fragmentación geográfica de las cadenas de producción, cuyo producto final además se vende en cualquier parte de la tierra. Globalización de la producción y de los mercados.

A partir de 1990 comienzan a emerger nuevos “tigres” en la economía mundial, una segunda oleada de países en distintas fases de desarrollo que se erigen como plataformas de exportación, siguiendo la estela de los pioneros de algunas décadas atrás, Hong Kong (cuando era un estado independiente), Singapur, Taiwan y Corea del Sur.

La dinámica de crecimiento de estos nuevos actores en la economía global es parecida a la de sus predecesores: comienzan basando su competitividad en manufacturas de bajo valor añadido para progresivamente ir aumentado la calidad y el valor añadido de sus productos, y empezar a competir en una liga más alta. Y uno de los factores clave en esta evolución es la transferencia de tecnología que ha llevado la deslocalización (o relocalización industrial) a estas naciones de menor desarrollo, desde las multinacionales de los países desarrollados.
Resulta inevitable que la tecnología instalada en plantas de producción no se “filtre” hacia las empresas de la economía local, a pesar de que muchas multinacionales son reacias a desvelar sus procedimientos técnicos. El mero hecho de que se generen clusters de proveedores locales en torno a unidades productivas de capital extranjero ya implica transferencia tecnológica hacia el tejido productivo nacional.

En otros países, como por ejemplo China, el gobierno se ha asegurado de que el empresariado nacional pueda “apropiarse” de la capacidad tecnológica extranjera, limitando la entrada de inversión productiva a la colaboración con empresas nativas. En China a menudo una compañía de fuera tiene que aliarse con otra del país si quiere producir allí.

Si este modelo se replica a lo largo del mundo en desarrollo puede ser una gran ocasión para industrializarse gracias a la producción extranjera.

El dragón chino debe mudar la piel



Parece que a estas alturas el modelo de expansión económica de China, cuya competitividad se ha basado tradicionalmente en los bajos costes de la mano de obra, está empezando a entrar en barrena. El país asiático actualmente produce una quinta parte de las manufacturas mundiales, de acuerdo con información ofrecida por "The Economist", sin embargo la estrategia de competencia internacional vía costes que ha avalado este éxito está empezando a fallar por culpa del encarecimiento del precio del terreno, por las nuevas regulaciones medioambientales y de seguridad, por la creciente imposición, pero sobre todo, por el crecimiento sostenido del coste de la mano de obra.

Las plataformas exportadoras chinas están localizadas en las zonas de la costa, cuyos máximos exponentes son Shangai y Hong Kong, que albergan un grado de desarrollo exponencial y el florecimiento de una nueva clase media-alta urbana sofisticada. Hasta el momento China ha jugado con la estrategia del “ejército de reserva”, que aunque denunciada por Marx como una lacra del capitalismo, ha sido aplicada con inteligencia por el gobierno comunista chino: la inmensa bolsa de población rural se utiliza como una válvula de seguridad para que no crezcan los salarios industriales urbanos. Si se produce una escasez de mano de obra en la industria manufacturera, que amenaza con presionar los salarios al alza, se desplaza mano de obra del campo, desde el interior del país, a las ciudades desarrolladas de la costa, generando la oferta laboral suficiente para garantizar que los costes de la mano de obra permanezcan en niveles bajos.

Pero la progresiva industrialización de zonas del interior, como es el caso de Chongoing o Hubei, están quebrando esa fluidez de desplazamiento de la mano de obra hacia las ciudades litorales, poniendo en peligro el modelo de producción a bajo coste laboral. Recientes estudios ponen en evidencia que en la zona de Hong Kong los salarios han subido en este año un 10%, mientras que en Shenzhen, la empresa taiwanesa Foxconn, que fabrica iPads entre otras cosas, ha registrado unos incrementos en torno al 16-25%. En toda la región industrial costera de Guangdong, el crecimiento anual ha sido del 12% entre 2002 y 2009. Por establecer una comparación, esta cifra fue solamente el 8% en Filipinas y el 1% en México. De seguir en esta línea, para el año 2015 resultará más barato producir en EE.UU. que manufacturar en China y mandar los productos allí.

Ya existen empresas que están considerando la posibilidad de migrar su producción otras países asiáticos con costes laborales más bajos, como Vietnam. El problema es que éstos no disponen de una cadena de valor tan completa como la china, es decir, la existencia de proveedores fiables especialmente en sectores relacionados con la electrónica, aunque algunas empresas de productos bajos en intensidad tecnológica, como el textil, están empezando a trasladarse a naciones vecinas.

Con todo, las áreas costeras industrializadas de vocación exportadora gozan de una serie de ventajas competitivas de las que carece el interior de China:

  • La proximidad a un grueso mercado emergente de consumidores con un poder adquisitivo creciente, a diferencia de las zonas más pobres rurales de interior.
  • Los costes laborales han crecido, es cierto, pero también lo ha hecho la productividad de los trabajadores. Es decir que cobran más porque producen más.
  • A pesar de las limitaciones manifestadas de mano de obra, China es un país inmenso y sobrepoblado; no parece que la escasez de fuerza de trabajo llegue a ser un problema.
  • La industria del litoral tiene una cadena de valor sofisticada y muy completa.

Por el contrario, la industria de la China interior presenta cadenas de valor incompletas, faltan proveedores y socios estratégicos, y sistemas de transporte y logística muy deficientes. Para hacernos una idea, puede costar más dinero enviar un producto del interior a Shangai, que de Shangai a Nueva York. Sin embargo, y aunque las empresas de las zonas profundas carezcan de vocación exportadora, abastecen a un importante mercado interno local. De esta forma, comprobamos que no existe una competencia real entre las distintas áreas industriales del país, dado que tanto sus mercados como el perfil de sus consumidores son distintos.

La pregunta que surge es ¿podrá China en el futuro inmediato seguir manteniendo su ventaja competitiva internacional vía costes? Todo parece indicar que no. Por otro lado, hay que tener en cuenta la caída de la demanda de exportaciones derivada de la crisis en Europa y EE.UU. El reto para la empresa china es ascender en la cadena de valor; dejar de copiar productos ajenos y profundizar en el diseño y la investigación, como una vía para desarrollar artículos de alto valor añadido, que además lleven asociados servicios de alto valor añadido.

lunes, 23 de abril de 2012

La empresa en un mundo acelerado

En un post del blog de Harvard Business Review, su autor, Colin Raney director de innovación de IDEO, formula una serie de preguntas que debe hacerse toda organización para desenvolverse satisfactoriamente en el mundo actual. Se trata de preguntas estratégicas que deben hacerse las empresas de cara a hacer frente a unos mercados caracterizados por una competencia creciente y salvaje.

He aquí un resumen de los temas clave que plantea Raney:

Persigue el conversar con los clientes. Es una clave para triunfar en un escenario de hipercomunicación y fragmentación extrema de los mercados.

Pregunta 1: ¿Cuán profundamente conoces a tus clientes? ¿Has diseñado tu oferta para obtener una atracción significativa del consumidor?

Anticipa experiencias competitivas. Es un tema ya relativamente viejo de la teoría del marketing el de generar experiencias en los clientes más que venderles productos.

Pregunta 2: ¿Entiendes completamente el terreno de competitividad que me ha definido el cliente? ¿Qué tal estes respondiendo y que impactos externos a tu sector de actividad deberías anticipar?

Lleva a cabo rápidos experimentos adaptativos. Utiliza la capacidad actual de analizar grandes cantidades de datos para medir en tiempo real cada estrategia de negocio, experimentando en función de los resultados.

Pregunta 3: ¿Qué estás aprendiendo realmente de la información recibida? ¿Cómo te está ayudando a mejorar tu oferta?

Rediseña las redes de alianzas. Las compañías de éxito actuales de definen por la dirección que emprenden, no por la competencia. Las alianzas con socios estratégicos permiten enriquecer la experiencia ofrecida al consumidor.

Pregunta 4: ¿Estás definiendo tu orientación por tu visión o por la competencia? ¿Podría mejorar tu negocio estableciendo un marco de alianzas adecuado?

Apalanca las plataformas de servicios software. Antiguamente se dedicaba mucho tiempo y dinero al desarrollo de aplicaciones software corporativas. Hoy existe la opción de utilizar servicios en la nube ofrecidos por terceros, más baratos y a menudo de mejor calidad.

Pregunta 5: ¿Cómo la nueva oferta digital puede beneficiar a tu negocio y mejorar el servicio que ofreces?

jueves, 19 de abril de 2012

Esas redes sociales de moda

Ya un clásico del mundo 2.0 patrio, acabamos de recibir el último informe de The Cocktail Analysis sobre el estado y evolución de las redes sociales, y sus sucedáneos, en España. Uno de los valores añadidos de este documento es que llevan publicándolo desde 2008, es decir, cuando empezaba todo este fenómeno, lo que de alguna forma les legitima como fuente de información dado que han dibujado la génesis, la historia y el crecimiento de los medios sociales en nuestro país.

Como se puede acceder al informe desde aquí, no voy a reproducir los datos expuestos y me centraré en resumir las conclusiones del mismo que más me han llamado la atención. Éstas son:

- Comparando las distintas oleadas publicadas desde 2008, el estudio detecta que el usuario de redes sociales se ha sofisticado, es decir, que ha sustituido el ansia viva que en años anteriores le llevaba a estar presente en todas partes de cualquier forma por un comportamiento más maduro, basado en lo que llaman la gestión activa: resolver la presencia online organizando redes, contactos y usos.

- En cuanto al necesario ranking entre redes, el nivel de usuarios denota un crecimiento de Facebook, Twitter y LinkedIn; un agostamiento de Tuenti, Flickr, Fotolog y Xing; y un descenso abierto de Myspace. Curiosamente, Messenger también pierde protagonismo (no sé si por el auge de WhatsApp).

- Atendiendo al uso de las cuentas en las distintas redes surge una clasificación:

  • Uso universal: Facebook (91% de uso activo- tienen cuenta y la usan).
  • Mayor uso activo: Tuenti y Twitter (en torno al 65%).
  • Emergentes/expectantes: Instagram, Tumblr, LinkedIn, Google+, Flickr (entre el 40 y el 50%).
  • Fallidas (yo ni las conozco, deben ser para gafapastas): Asmallworld, Lorea (alrededor del 30% de uso activo).
  • En decadencia: Myspace, Xing, Fotolog (no pasan del 20%).

- Facebook es sin duda la red universal, o sea donde está todo el mundo. Twitter por su parte ha perdido ese halo geek y “para enteraíllos” que tenía, y se está convirtiendo en una red masiva. Google + ni fu, ni fa: está en el círculo vicioso de no tener una masa crítica con lo cual no atrae a usuarios. ¿Saldrá adelante? Pinterest es demasiado reciente como para realizar ningún análisis, y del pegote de Quora, ni se habla.

- De los grandes de nuestro país, merece especial atención Tuenti, que pierde usuarios. Las razones son dos y están relacionadas: tiene un ciclo vital de usuario más limitado, al estar dirigida a jovenzuelos que al crecer requieren espacios digitales un poco más maduros, y sobre todo, sufre una emigración hacia Facebook, más completa en cuanto a aplicaciones y a volumen de usuarios, y a Twitter, de moda porque “allí están los famosos” y es constantemente citada en los medios de comunicación tradicionales.

En fin, que es un estudio que merece ser leído para ver cómo nos comportamos en este ámbito digital que hemos dado a denominar Social Media.

viernes, 13 de abril de 2012

“Ciencia Sin Fronteras”: la apuesta de Brasil por su futuro

Mientras que en España estamos hipotecando nuestro futuro mediante la destrucción sistemática del sistema educativo, otros países como Brasil demuestran tener gobernantes más inteligentes que los nuestros que están apostando por su crecimiento y bienestar a largo plazo a través de importantes inversiones en la educación superior. Es el caso del programa “Ciencia Sin Fronteras”, una iniciativa destinada a reforzar la calidad de la fuerza de trabajo brasileña. Cuando nosotros no tenemos soluciones, quizá deberíamos aprender de lo que están haciendo bien los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y otras naciones emergentes que llevarán la voz cantante en este nuevo mundo que nace.

La filosofía de “Ciencia sin Fronteras” consiste en enviar a un gran número de estudiantes brasileños a estudiar a prestigiosas universidades del extranjero mediante becas financiadas por el Estado y por el sector privado, que aporta un cuarto del coste del programa. La formación se centra en campos considerados como estratégicos para el desarrollo del país: la biotecnología, las ciencias de los océanos y la ingeniería del petróleo. Se prevé que para 2015 más de 100.000 brasileños habrán pasado en el extranjero un año o más recibiendo formación universitaria o de posgrado. Lo relevante de la cifra sugiere que no se trata de una mera acción puntual para formar líderes, sino que  se ha concebido como una acción con vocación transformadora de la estructura económica del país carioca.

La realidad actualmente es que las empresas del país no encuentran profesionales suficientes con los perfiles descritos y los que hay tienen una formación insuficiente, pues la calidad de las instituciones de educación superior nacionales deja bastante que desear.”Ciencia Sin Fronteras” se lleva a cabo mediante acuerdos con terceros países, que albergarán a los estudiantes brasileños becados, si bien cada estudiante pagará completamente las tasas de su formación, no hay rebajas o descuentos.

Estados Unidos ya ha firmado un acuerdo con Brasil para recibir a 20.000 estudiantes, mientras que  Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia se llevarán entre 6.000 y 10.000 cada uno. Además del acuerdo educativo, se contempla la posibilidad de realizar otro tipo de acuerdos comerciales y económicos entre estas naciones y el país sudamericano.

Hay que destacar que “Ciencia Sin Fronteras” tiene un precedente en los años sesenta y setenta, en los que Brasil pagó becas de estudios en el extranjero en las áreas de la explotación petrolífera, investigación agrícola y diseño de aeronaves. No es casualidad que hoy este país esté a la cabeza del mundo en estos tres sectores.

jueves, 5 de abril de 2012

¿Se librará América Latina de la crisis?

“La crisis es mundial, pero acá no hay crisis”, afirmó el dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón en la última reunión anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) celebrada en Montevideo. Lo cierto es que la economía de la región ha conocido un comportamiento ejemplar en la década pasada, manifestado por un crecimiento del PIB en 2010 del 6,2%, cuando EE.UU. y Europa se sumergían hasta el cuello en los pantanos de la crisis. Lleva ya tiempo hablándose en informes y artículos de un despegue definitivo del continente liderado por Argentina, Chile, Brasil, Perú y Colombia, que cambiaría para siempre su papel en el escenario geoeconómico mundial.

Sin embargo, debemos ser cautelosos antes de lanzar las campanas y los fuegos artificiales al vuelo.   De acuerdo con los datos que ofrece la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los países de Latinoamérica ya han comenzado a mostrar síntomas de desaceleración en sus tasas de crecimiento económico, que bajó al 4% en 2011 y que presenta una previsión del 3,7% para este año.

A la hora de diseñar posibles escenarios de futuro para la economía de América Latina hay que tener en cuenta factores exógenos, es decir relativos al entorno global, y otros endógenos o propios de la estructura socioeconómica y política de las naciones de la región.

Dentro del primer grupo, el principal condicionante es China, dependiendo de cómo aguante el dragón los efectos de la crisis en Europa y EE.UU., podremos hablar de lo que pase en los países latinoamericanos. La razón es que las principales locomotoras de la región, situadas todas ellas en Sudamérica, tienen fuertemente orientadas sus relaciones internacionales hacia Asia, principalmente a través de la exportación de materias primas, a diferencia de  los países de Centroamérica y de México, que continúan concentrando sus flujos económicos internacionales con EE.UU.  Los pronósticos del BID esbozan en este sentido dos escenarios posibles:

  • Empeora la situación en Europa y la desaceleración de China sin que la situación en EE.UU. se deteriore. En este caso la economía de América Latina se estancaría en 2012.
  • La crisis Europea se prolonga más allá de este año, la economía China contrae su crecimiento todavía más y EE.UU. también empeora. Este supuesto implicaría una caída del PIB latinoamericano del 3%.

Por otro lado, hay que temer las amenazas procedentes de las propias estructuras económicas de las naciones de la región, que en solitario o asociadas a la economía global pueden poner en jaque la década prodigiosa de América Latina. Son las siguientes:

  1. Un elevado nivel de inflación derivado de las subidas continuadas de los precios internacionales de las materias primas, algo que ya se está sufriendo parcialmente en Colombia o Argentina con los altos precios de la gasolina. Es un problema asociado a la especialización de estas economías en la exportación de materias primas.
  2. La apreciación de los tipos de cambio de las monedas locales fruto de las ingentes entradas de capital extranjero en los países en cuestión, que supondría una perdida de competitividad para sus  exportaciones. Lo que se llama vulgarmente morir de éxito: lo comparativamente atractivo de estas naciones atrae flujos de capital con la consecuente subida de los tipos de cambio.
  3. La incertidumbre y volatilidad que reina en los mercados financieros internacionales, algo funesto para el comercio internacional que requiere un entorno estable, y particularmente preocupante para países de acentuada vocación exportadora.
  4. Los reducidos precios de las importaciones de productos básicos conllevan que se olvide y deje de lado el impulso a la producción industrial local, lo que se deriva en una desindustrialización de la producción latinoamericana.
  5. La desigualdad social y económica característica de los países de América Latina: un 31% de la población total malvive en la pobreza.
  6. Políticas fiscales y recaudatorias regresivas e ineficientes: se recauda mal y los que más tienen que pagar no pagan.
  7. Un nivel de inversión comparativamente bajo y a todas luces insuficiente. Latinoamérica invierte un 22,9% del PIB frente al 35% de Asia.
  8. La violencia en las sociedades de estos países constituye un factor de degradación económica.
  9. El marco de relaciones económicas con China, es decir, la forma de concretar y dar forma a las relaciones económicas.
  10. La falta de integración regional entre los países: solamente el 17% de las exportaciones se quedan en el continente, mientras que el comercio de los países asiáticos entre sí asciende al 45%.

Por lo tanto podemos concluir que no son pocas las incertidumbres que amenazan el éxito económico futuro de Latinoamérica. El problema es que no todas las variables están en manos de los dirigentes de los países dado que hay temas cruciales que pertenecen al devenir de un mundo globalizado.
 
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